La promoción de una convivencia escolar positiva requiere la participación activa de todos los miembros de la comunidad educativa: docentes, directivos, estudiantes y padres. Los docentes desempeñan un papel fundamental, no solo como transmisores de conocimiento, sino también como modelos de comportamiento. Es importante que los profesores fomenten el diálogo, el respeto y la empatía en el aula, y que brinden apoyo emocional a sus alumnos.

Una de las situaciones más comunes es el acoso escolar. En muchos colegios, hay casos de estudiantes que son víctimas de intimidación o agresión por parte de sus compañeros. Este tipo de comportamiento puede tener consecuencias graves en la autoestima y bienestar emocional de los estudiantes afectados.
La solución a este problema generalmente recae en las normas escolares que presenta el colegio, en este caso el manual de convivencia, donde allí dice como se debe tratar un debido castigo con respecto a las faltas cometidas. En estos casos están presentes las personas del grupo Ermes, las cuales se encargan de implementar talleres de mediación de conflictos y promover un ambiente de respeto y tolerancia entre los estudiantes.

Algunos estudiantes pueden ser excluidos o marginados debido a su raza, género, religión u orientación sexual. Estas situaciones pueden generar tensiones y divisiones en la comunidad estudiantil. Una solución importante para este problema es promover la diversidad y la inclusión a través de políticas y programas específicos

Por ejemplo: se pueden organizar eventos culturales para celebrar la diversidad y fomentar el respeto hacia todas las personas. Además, los profesores y el personal escolar deben estar atentos a posibles situaciones de discriminación y tomar medidas oportunas para prevenir y abordar estos problemas.
Articulo elaborado por: Daphne Mahecha